En un marco esplendoroso con el color que solo la Resistencia Albiazul puede mostrar, Gallos Blancos no encontró el camino para abrir el marcador y poder acercarse un poco en la tabla porcentual a los rojinegros del Atlas, empatando a cero goles con el cuadro que dirige Tomás Boy.
Gallos repitió el once titular con el que se enfrentó al Atlante la semana pasada:
El juego inició con un recibimiento espectacular de la R*A con el que demostró a los jugadores que tienen el total apoyo y empuje de la tribuna, esto detonó que el resto del público asistente se contagiara y apoyara en todo momento al equipo, cabe señalar que los supuestos 5,000 seguidores del Atlas que acompañarían a los tapatios, nunca hicieron su aparición y solo un grupo de menos de 1,000 personas fue el que ingresó al Estadio Corregidora.
Gallos Blancos buscó desde el primer minuto crear peligro en la cabaña del portero Pinto, pero constantemente se encontraba con la anticipación de los defensores visitantes que neutralizaron una y otra vez los intentos de Luis Angel Landín por conseguir el gol para Querétaro. Julio Nava y Diego de la Torre tambien se mostraron peligrosos pero nunca encontraron un buen complemento con Cosme que todo el partido brilló por su ausencia, incluso mostrándose muy agotado desde los primeros 45 minutos.
El primer lapso continuó con un dominio alternado en ambas escuadras, pero ninguno con la claridad necesaria.
Para el segundo tiempo el dominio poco a poco se cargó a favor de los locales, Apodi se mostró varias veces con buenos desbordes, pero tampoco encontraron un buen destino ya que Landin poco podía hacer al estar marcado por dos o tres defensores Atlistas... se vinieron los cambios e Ignacio Ambriz hizo ingresar a Amaury Escoto por Landin, Vazquez por Mariño y Tripa Perez por De la Torre, buscando mayor intensidad al frente, sin embargo tampoco encontraron la claridad necesaria para crear peligro en la porteria Atlista.
Marco Jimenez con un par de disparos desde fuera del área creó las aproximaciones de mayor peligro para Gallos Blancos, el primero cuando Pinto no pudo controlar el esférico y por poco Cosme aprovechaba el rebote y en tiempo de compensación sacó un potente tiro que buscaba el ángulo de la portería, pero en esta ocasión el portero rojinegro alcanzó a desviar el esférico cuando la tribuna ya cantaba el gol del triunfo.
Marco Antonio Rodriguez pitó el final del encuentro ante los casi 30,000 aficionados que se dieron cita en el estadio, que salieron con un poco de desánimo pero convencidos de que aún restan varias jornadas para que el descenso se defina. Lo que si es seguro es que vieron a un equipo con mayor corazón y mayor empuje.
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