ENVIADOS ESPECIALES
Querétaro, Qro.- Cumpliendo el primero de tres partidos de suspensión, por los altercados que tuvo la semana pasada en la cancha del estadio Azteca, Carlos Reinoso, entrenador de los Gallos Blancos, vio y dio sus instrucciones a sus pupilos desde la tribuna del estadio La Corregidora, muy cercano a la banca queretana.
En donde a pesar de la lejanía, no perdió su peculiar estilo. Los gritos, el mecerse la cabellera, la efusividad con la que tomaba una aproximación de su equipo, entre otros, nos hacía reconocer a Reinoso desde cualquier punto del estadio, en donde estuvo custodiado por tres elementos de seguridad.
Al final del partido, el "Maestro", dijo:
"Ni modo, no conseguimos ganar y ahora viajaremos a Juárez con la idea de triunfar, y de paso amarrar la permanencia".
EN QUERÉTARO
La fiesta, para después
Estando cada vez más cerca de la salvación, los Gallos Blancos del Querétaro no comen ansias y toman con cautela lo que ayer dejaron de hacer frente a Morelia. De paso, le ponen fecha a su permanencia, cuando la próxima semana visiten a los Indios de Juárez, en donde parece que se resolverá todo.
Matemáticamente aún les faltan dos unidades, pero es más que obvio que la permanencia les está sonriendo. Ya que del lado de los Indios, las cosas no se ven tan prometedoras, debido a que tendrán que ganar el resto de sus compromisos para que cambien el rumbo de las cosas.
El "cantar victoria" todavía no se escucha en La Corregidora, pues saben que aún la tarea no se ha cumplido.
Han pasado diez jornadas del actual torneo y Gallos jugaba cada una como si se tratara de una final, en donde no regalar nada y mucho menos confiarse ha sido lo más importante.
SENCILLOS Y AGRADECIDOS
Como ha sido una fiel costumbre, todos y cada uno de los jugadores de los Gallos fue al centro de la cancha para agradecerle a su afición el eterno apoyo hacia ellos, pues su empuje también ha sido primordial en esta ardua tarea. Y hoy, esta misma gente quiere continuar viendo a su equipo en el máximo circuito nuestro.
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