Diario de Querétaro
15 de noviembre de 2009
Roger A. García
Querétaro, Querétaro.- Gallos Blancos le endilgó una de las peores humillaciones a su clásico rival, el San Luis, y, de paso, dejó el último lugar de la tabla de cocientes. Fue un 4-0 que se coreó por toda la capital queretana hasta altas horas de la noche.
Un San Luis vino a sacar el empate un miserable empate La Corregidora y terminó con dos goles en la frente, sin liguilla y humillado por un equipo con más coraje, más hambre y más consciente de lo que se estaba jugando.
Querétaro inició más despierto e impuso condiciones en los primeros minutos, tanto así que Mauro Vila tuvo la primera oportunidad en un mano a mano con Adrián Martínez, pero el arquero realizó un achique perfecto y mandó a tiro de esquina. San Luis había comenzado muy nervioso y eso se notaba en la actitud de los jugadores, quienes no podían dar tres pases seguidos.
Parece ser que los potosinos necesitaban ser despertados de esta manera para saber lo que se estaban jugando y decidieron enfriar el ritmo de partido con toques laterales, explotando el lado izquierdo a través de Braulio Luna.
Con más esfuerzo individual que futbol, le dio tres oportunidades de gol a Alfredo Moreno, pero entre la zaga y el portero
Cuando el partido estaba en un ritmo taciturno, Jesús Palacios perdió una pelota infantil ante Mauro Vila, quien agarró mal parada a la zaga potosina y realizó una gran pared con Isaac Romo, quien siguió la jugada y le devolvieron la cortesía para sacar un disparo incómodo, pero que venció la estirada de Martínez para mandar al frente al Querétaro.
San Luis perdió la compostura en sólo cinco minutos. El lateral izquierdo Alfredo Olmedo cometió dos faltas intrascendentes, pero que fueron suficientes para que Armando Archundia lo echara del terreno de juego por doble amonestación- El panorama se ennegreció para la visita, quien no se encontraba por ningún lado y ya tenía un hombre menos.
Querétaro vivió sus mejores momentos con dominio territorial y llegadas a balón parado, pero no lo podía reflejar en el marcador. El mejor primer tiempo de Gallos Blancos en el campeonato, y con el rival a merced, sólo pudo ser reflejado con un gol que parecía poco para lo reflejado en la cancha.
Gallos Blancos le dio importancia de nuevo a los primeros minutos de la parte complementaria dio el segundo zarpazo. Mauro Vila prendió de volea un pase retrasado de Margarito González para dejar en la lona a un San Luis que estaba de rodillas y que rezaba para que se diera el resultado en Guadalajara.
Ni siquiera los dos goles de ventaja hicieron que San Luis fuera hacia el frente. Querétaro los tenía a su merced y manejaba los ritmos del partido con facilidad, haciendo valer el hombre de más en la cancha, replegándose para matar en un contragolpe.
El partido tomó un ritmo soso, con un visitante que se había rendido y un Gallos Blancos que esperaba el vendaval visitante, sin embargo, encontró a un rival desconectado y sin argumentos para ofender.
Los últimos diez minutos fueron un completo festín para los queretanos. José Aceves y Carlos Pinto terminaron por humillar a la parcialidad visitante al concretar dos goles de excelente manufactura, sobre todo el último tanto obra del 7 plumífero.
El éxtasis de los aficionados locales llegó al pedir el quinto gol al unísono, terminando una fiesta que llegó en la última temporada. Fue un grito lleno de alegría, de esperanza, que espera prolongarse por mucho tiempo en la Primera División.
Querétaro, Querétaro.- Gallos Blancos le endilgó una de las peores humillaciones a su clásico rival, el San Luis, y, de paso, dejó el último lugar de la tabla de cocientes. Fue un 4-0 que se coreó por toda la capital queretana hasta altas horas de la noche.
Un San Luis vino a sacar el empate un miserable empate La Corregidora y terminó con dos goles en la frente, sin liguilla y humillado por un equipo con más coraje, más hambre y más consciente de lo que se estaba jugando.
Querétaro inició más despierto e impuso condiciones en los primeros minutos, tanto así que Mauro Vila tuvo la primera oportunidad en un mano a mano con Adrián Martínez, pero el arquero realizó un achique perfecto y mandó a tiro de esquina. San Luis había comenzado muy nervioso y eso se notaba en la actitud de los jugadores, quienes no podían dar tres pases seguidos.
Parece ser que los potosinos necesitaban ser despertados de esta manera para saber lo que se estaban jugando y decidieron enfriar el ritmo de partido con toques laterales, explotando el lado izquierdo a través de Braulio Luna.
Con más esfuerzo individual que futbol, le dio tres oportunidades de gol a Alfredo Moreno, pero entre la zaga y el portero
Cuando el partido estaba en un ritmo taciturno, Jesús Palacios perdió una pelota infantil ante Mauro Vila, quien agarró mal parada a la zaga potosina y realizó una gran pared con Isaac Romo, quien siguió la jugada y le devolvieron la cortesía para sacar un disparo incómodo, pero que venció la estirada de Martínez para mandar al frente al Querétaro.
San Luis perdió la compostura en sólo cinco minutos. El lateral izquierdo Alfredo Olmedo cometió dos faltas intrascendentes, pero que fueron suficientes para que Armando Archundia lo echara del terreno de juego por doble amonestación- El panorama se ennegreció para la visita, quien no se encontraba por ningún lado y ya tenía un hombre menos.
Querétaro vivió sus mejores momentos con dominio territorial y llegadas a balón parado, pero no lo podía reflejar en el marcador. El mejor primer tiempo de Gallos Blancos en el campeonato, y con el rival a merced, sólo pudo ser reflejado con un gol que parecía poco para lo reflejado en la cancha.
Gallos Blancos le dio importancia de nuevo a los primeros minutos de la parte complementaria dio el segundo zarpazo. Mauro Vila prendió de volea un pase retrasado de Margarito González para dejar en la lona a un San Luis que estaba de rodillas y que rezaba para que se diera el resultado en Guadalajara.
Ni siquiera los dos goles de ventaja hicieron que San Luis fuera hacia el frente. Querétaro los tenía a su merced y manejaba los ritmos del partido con facilidad, haciendo valer el hombre de más en la cancha, replegándose para matar en un contragolpe.
El partido tomó un ritmo soso, con un visitante que se había rendido y un Gallos Blancos que esperaba el vendaval visitante, sin embargo, encontró a un rival desconectado y sin argumentos para ofender.
Los últimos diez minutos fueron un completo festín para los queretanos. José Aceves y Carlos Pinto terminaron por humillar a la parcialidad visitante al concretar dos goles de excelente manufactura, sobre todo el último tanto obra del 7 plumífero.
El éxtasis de los aficionados locales llegó al pedir el quinto gol al unísono, terminando una fiesta que llegó en la última temporada. Fue un grito lleno de alegría, de esperanza, que espera prolongarse por mucho tiempo en la Primera División.
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