solo gallos

SENTIMIENTOS
¿Cómo te sientes amigo lector, ahora que estamos de regreso? ¿Qué sensación experimentas ahora que de nuevo veremos a nuestro equipo ser parte del gran circo de la Primera? ¿Cómo te preparas para recibir en el Corregidora a nuestros héroes en su primer duelo de vuelta en la máxima categoría? ¿Estas listo para apretar los puños y gritar a todo pulmón tu sentimiento por nuestro equipo cuando nos visiten los llamados equipos grandes y las tribunas se llenen con las playeras de los rivales y parezca que no somos mayoría? Falta poco más de un mes para gritarles al resto que estamos de regreso. Fue como despertar de un mal sueño. Fue como estar en la sala de espera de un hospital mientras nuestro equipo se debatía en cuidados intensivos. Fue como una mala broma, como un dolor de muelas, como un Domingo sin domingo, como deambular durante dos años en el pantano del infierno y de pronto: Entró la luz por las puertas y las ventanas de la casa, de pronto la ciudad se contagió de fiesta y todo cambió para bien. Tardamos en reaccionar, tardamos en darnos cuenta de lo que el equipo había conseguido. Nosotros, tan acostumbrados a sufrir, pensamos que dos años habían sido pocos para purgar una condena injusta. Pasaron los días y vimos una y otra vez el resumen del partido, los penales, la atajada de Lupe, los rezos de Tridente, el enorme valor de Piña para patear un penal después de fallar un gol cantado durante el partido y finalmente, la decisión de Romo para cobrar fuerte y al centro el penal que valía un Campeonato, que significaba el regreso, que suponía la gloria. Lo que sucedió después, bueno, fue lo más parecido a un cuento de hadas en el universo de la Comunidad del Gallito: La entrega de medallas, la felicidad de los locos que hicieron el viaje hasta Mérida, el Tanque con el segundo trofeo del ascenso. Luego, ya en casa: El paseo de nuestros héroes por las calles del centro. Fabuloso, simplemente único, irrepetible. ¡Cómo lo gozamos! ¿Será porque nosotros no sabemos de medias tintas? O es tocar el cielo con las manos o es arrastrarnos a ras de suelo.
EL APUNTE

Ahora, después de la euforia, estamos todos ávidos de noticias, ¿Quién se va? ¿Quién llega? ¿Qué nos espera en nuestro regreso? He escuchado voces que al calor del ascenso hablan de liguillas, de treinta puntos por torneo, de pelear el campeonato. Yo difiero de ellos: Auguro sufrimiento, heroísmo, lágrimas de alegría, dramatismo, nervios desde el inicio hasta el final de la campaña y espero que el equipo lo tome así, porque esa es nuestra esencia: somos un equipo de lucha, de tardes heroicas y noches aciagas. Los seguidores de este equipo hemos hecho del sufrimiento un placer y le exigimos a nuestro equipo trabajo, amor a la playera mitológica y que cuando pierda, parezca más que se le acabó el tiempo para remontar. Pienso, eso sí, que regresamos más fuertes, preparados para lo que venga, dispuestos a demostrar porqué fue injusto nuestro pasado descenso. Futbolísticamente no hubo esta vez inestabilidad, nunca se manejó la posibilidad de que el equipo dejara la plaza, se mantiene al Técnico y eso hace que ganemos tiempo, que el equipo llegue fuerte al inicio de campaña.

PARA REFLEXIONAR

Espero se mantenga la base del plantel y espero que la directiva entienda que el fútbol es un negocio en el que a veces es necesario tener más cerca el corazón que la razón. Que se queden los imprescindibles: Mauro, Rico, Mago, Lupe, Marquito, Tridente…Y que no se olviden de Schneider, que lo traigan de regreso a su debido tiempo. Y que los nuevos que lleguen, sean jugadores dispuestos a defender lo que sus compañeros ganaron a toda ley bajo el ardiente sol