martes, abril 24, 2007

MARCADOR: Gallos Blancos… ¿Santos mártires?

Rafael Ramos Villagrana

24 de abril de 2007

Justicia divina sería que el descenso en el futbol mexicano se decidiera en la cancha, sólo en la cancha y nada más que en la cancha.

En este momento Gallos Blancos parece más cerca de la redención que de la muerte.

Una victoria sobre el Atlas, con el que no ha perdido en torneos cortos, bastaría al Querétaro para sobrevivir pese incluso a un triunfo de Santos.

Un empate de Querétaro y una derrota de Santos remitiría todo a la definición por la diferencia de goleo, y los Gallos mantendrían su corral en el primer circuito.

Es decir, la tarea parece complicada pero no imposible para los queretanos.

Hay indicios claros, evidentes, irrefutables, de que en la Federación Mexicana de Futbol los Gallos Blancos son prescindibles, sacrificables, desechables.

El primero de ellos es cuando el indulto que recibió hace casi un año Jaguares de Chiapas se volvió condena contra los Gallos Blancos.


Hay que recordar que en junio de 2006 Chiapas eludió el riesgo de descenso porque la sanción por no cumplir la regla del 20/11 le fue condonada, y con esa misma hoy es condenado el Querétaro.

En beneficio de Chiapas se dijo que esa regla aplicaba sólo para clasificar a la liguilla, pero no para el descenso.

Querétaro se apegó a ese criterio para el Torneo Apertura 2006 y se le negó ese derecho.

Explicaciones, insanas, obscenas, absurdas, insustanciales, trataron de justificar lo justificable y sostener lo insostenible.

Querétaro amenazó con llevar su descontento ante la FIFA, y la FMF lo amenazó con desafiliarlo si no lavaba la ropa sucia, percudida de corrupción, en casa.

Ciertamente a los directivos de los Gallos Blancos les faltaron espolones para atreverse a llegar ante la FIFA. Total, si iban a perder a la mala, mejor perder ante un tribunal de altura, no más puro, no más honesto, pero al menos en la última instancia.

Es decir, los Gallos resultaron gallinas al momento de pelear a fondo.

Y hay más.


La segunda fuente de ingresos de los clubes son las cervecerías, obviamente después de la televisión.

Y una de las más generosas cerveceras con equipos y televisoras es precisamente la que patrocina a los hermanos de cebada, como lo son Toluca y Santos.

La reunión que hubo hace casi tres semanas entre los dirigentes de la cervecería y algunos presidentes de equipos llevaba una amenaza y un reclamo de apoyos: Santos debe sobrevivir o esos recursos cerveceros pueden irse a otros espacios y no al soporte puntual del futbol.

No fue chantaje. Tampoco puede verse como soborno anticipado. Pero tampoco es un reflejo de honestidad en este balompié.

Es necesario saber que el 50 por ciento de las acciones del Grupo Modelo pertenecen desde julio al corporativo Anheuser-Busch de Estados Unidos, destinatario del 90 por ciento de las exportaciones de la empresa mexicana.

Pueden añadirse algunos arbitrajes sospechosos que rozaron con la guadaña el esquivo pescuezo de los Gallos Blancos y otro detalle es, por ejemplo, que los juegos decisivos tengan lugar en un horario en que el calor y la humedad de Torreón favorecen al Santos ante Cruz Azul, y perjudiquen al Querétaro contra Atlas, que por cierto, por segundo año consecutivo, tiene en su destino el descenso del campeonato mexicano, pues anteriormente sentenció a Dorados.

Y si por destinos deportivos Santos desciende, la FMF tiene un as bajo la manga.

La supuesta Liga Premier que estaba ya desechada, parece ser la solución.

La FMF contempla aumentar a 20 equipos en Primera División y desaparecer el descenso.

Esto significa que si lo aprueban los propietarios para el Apertura 2007, Querétaro y Santos seguirían en Primera y se les añadirían Dorados, Puebla o León, que tendría que ser vendido por el Atlante.

Si Querétaro se ve condenado al descenso, seguramente todo seguirá igual, pero si es Santos, seguramente tendría que habilitar la FMF esa jugarreta.


Pero hay una esperanza, lejana, pero esperanza para ambos.

En la liguilla por el ascenso hay equipos que no pueden subir a Primera División porque no reúnen requisitos fundamentales —entre ellos un estadio decente—, aunque esa franquicia puede ser puesta en venta, un negocio redondo del que Alejandro Burillo ha sacado grandes beneficios.

Si cualquiera de ésos que no pueden ascender gana la promoción, deberá enfrentarse al que pierda la categoría entre Santos y Querétaro.

En este duelo a visita recíproca es claro que los agonizantes del máximo circuito llevarían ventaja y ahí la esperanza, extrema cierto, para Santos y Querétaro.

Y en el desenlace por evitar el purgatorio, concurren detalles curiosos: Jared Borgetti, histórico de Santos, podría condenarlos jugando con Cruz Azul, que imagínese las consecuencias, cuando la familia del jugador y sus negocios inmobiliarios están asentados en Torreón.

¿Irá Oswaldo Sánchez a tratar de incentivar a quienes habitan su cuna, la del Atlas, para que se impongan al Querétaro?

El sacerdote de la parroquia de San Joaquín en Torreón, quien oficia misa con la camiseta del Santos, ha pedido a su feligresía que concurra el domingo al mediodía con camisetas de los Guerreros para orar por la salvación de estas almas futbolísticas en pena.

Y sumando Santos, ganando, puede irse al descenso si Querétaro gana también, pero los de la Comarca Lagunera podrían clasificarse para la liguilla.

Sin duda cautiva más la lucha por la supervivencia que la terca pelea entre los otros ocho mediocres que quieren involucrarse en la repesca.

rafael.ramos@laopinion.com

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