Mueven la patita

Diario de Querétaro
16 de marzo de 2009

Roger A. García

SALAMANCA, Guanajuato, 15 de mar.- Si alguien dudaba que hubiera un peor equipo que los queretanos en el actual campeonato, ese es Salamanca, quien gracias a los regalos de su portero Francisco Durán, les terminó entregando un vital triunfo a los Gallos Blancos por 1-2 en el estadio Olímpico de la Sección 24 de dicha ciudad guanajuatense.

Los queretanos mostraron una notable mejora en su funcionamiento, aunque fruto de la incapacidad de los Petroleros por ofender a su rival. Por el momento, los plumíferos ya ganaron su primera final, restándoles siete por jugar, acortando su ventaja a sólo 8 puntos con respecto al segundo lugar de grupo, Mérida.

Querétaro saltó al terreno de juego con el mismo cuadro con el que fue campeón, aunque con la inclusión del argentino Esteban González, quien poco a poco se está empezando a mostrar con el equipo campeón de la división de ascenso.

La primera mitad fue de aburrimiento total. Con un Salamanca intentando horadar la férrea muralla de un Gallos Blancos que se mostraba cauteloso a diferencia de otras ocasiones y logrando partir al mediocampo de los Petroleros.

Queretanos poco a poco fueron ganando la posesión de la pelota al ver que Salamanca no podía hilar ni siquiera tres pases consecutivos. Los laterales comenzaron a ir más hacia el frente y Esteban González comenzaba a tener más tiempo la pelota. De esta manera fue como empezó a crear posibilidades de peligro en algunos disparos o centros al área local.

Corría el minuto 45, cuando vino una pelota al corazón del área por parte de Esteban González, la cual no pudo cortar de forma correcta el arquero Francisco Durán, cayendo a los pies de Carlos Pinto, quien sólo tuvo que empujar la pelota al fondo de las redes para el primer tanto de los Gallos Blancos.

La segunda mitad fue la confirmación de un completo dominio queretano, mientras que los locales, a pesar de hacer modificaciones en la cancha con la entrada de Luis Ignacio González, lucía perdido y con pocos argumentos para conseguir el tanto del empate ante su gente.

Fue entonces cuando los queretanos reflejaron su dominio en el marcador. Al minuto 57, Emilio López desbordó hasta línea de fondo y mandó un centro bombeado en el que parecía que el arquero Durán se quedaría con la esférica, pero despejó de puños para que de nueva cuenta llegara Carlos Pinto y rematara a placer por segunda vez en el encuentro. Parecía que todo había acabado y que los plumíferos acabarían goleando.

Carlos Bracamontes, técnico de Salamanca, metió a José Damasceno "Tiba" y las cosas se empezaron a inclinar a favor del Salamanca, A pesar de sus 42 años de edad, "Tiba" les mostró a sus compañeros salmantinos la manera de cambiar el ritmo en los partidos además de que les impregnó carácter y pundonor en el terreno de juego.

Héctor Medrano, timonel queretano, empezó a manejar sus piezas y sus cambios fueron dedicados más a jugar al contragolpe y defender el resultado.

A José Damasceno, se le debe la jugada del gol guinda al minuto 73 de tiempo corrido en una pelota a balón parado, falta fabricada por el mismo, en donde mandó un centro medido para la llegada de Arturo Padilla, quien ni siquiera tuvo que saltar, para que pusiera la pelota al fondo de la red para descontar el marcador.

La afición de Salamanca despertó y comenzó a alentar con todo a su equipo, comandados por un "Tiba" inspirado. Cuando parecía que el empate salmantino era inminente, Damasceno, fue expulsado al minuto 87 en una jugada que parecía más tarjeta amarilla que roja y ahí se acabó cualquier tipo de reacción por parte del conjunto local.

Tan no era expulsión, que el árbitro central Fernando Guerrero también decidió echar del terreno de juego al queretano Isaac Romo al momento de disputar una pelota en el mediocampo e, incluso, tuvo tiempo para anular el tercer gol de Gallos Blancos por supuesta mano de Álvaro Estrada.

El partido se estaba saliendo del control a la tripleta arbitral y fue ahí mismo cuando decidió dar por terminado el encuentro luego de ocho minutos de reposición. Querétaro había conseguido su primer objetivo y ahora empieza a soñar con el milagro de la calificación en el Grupo 1. El campeón ya dio muestras de vida