ENVIADOS ESPECIALES
Querétaro, Querétaro.- Por allá del mes de agosto, al inicio del torneo
Apertura 2006 y con el Querétaro recientemente ascendido, Daniel Guzmán
tomó el timón del equipo y lo primero que hizo fue separar a varios
jugadores que lograron el ascenso. Entre ellos estaba Mauro Gerk, quien
después fue reincorporado al equipo tras el rompimiento del "Travieso" con
la directiva.
Esta situación motivó al delantero argentino para tener un buen año, y
hasta el momento asegura que, con 13 goles (contando Apertura 2006 y
Clausura 2007) le ha ido bien.
"Hubo gente que no creyó en mí, y cada vez que marco un gol me acuerdo
perfectamente".
Habló sin pelos en la lengua y reconoció su enemistad con el entrenador.
"Daniel Guzmán me separó del equipo y, aunque no le guardo rencor, me
duele recordarlo porque le hizo daño a mi familia. El tratar de mantenerme
en la Primera División es una batalla que quiero ganar".
Además, Gerk dijo que al Santos lo ayudan en todo.
"Sabemos que el Santos recibe ayuda externa, pero nosotros hemos tratado
de superar eso".
Para el queretano no sería fracaso volver a Primera A, después de tanto
sacrificio por mantener la categoría.
"El año ha sido bueno, llevo 13 goles en los dos torneos y creo que estos
goles en tu primer torneo en Primera División no cualquiera los hace.
"Siempre pienso en mi familia, tengo mucho porqué luchar en cada partido.
Nunca pido, siempre agradezco, es mejor agradecer que pedir".
También confió un secreto, no es una cábala, sino un homenaje a un amigo.
"A los partidos entro con una camiseta blanca de un preparador físico
argentino que tuve en el Celaya, y que lamentablemente ya falleció; su
recuerdo me inspira para crecer día a día".
DOS FINALES
Para el Querétaro no hay más que ganar los dos juegos que le restan, y
Gerk lo sabe perfectamente.
"Hay que salir a ganar primero este sábado ante los Tigres, no se trata de
un partido más, nos jugamos la permanencia en Primera División".
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