Querétaro, Querétaro. En el estadio La Corregidora, solo existió un equipo en la cancha. Los Gallos Blancos aplastaron por marcador de cinco goles a uno al Tampico Madero en lo que fue una verdadera fiesta como desde hace mucho no se veía en el inmueble queretano.
El equipo dirigido por Héctor Medrano dio una pequeña probada del nivel que puede alcanzar a llegar en lo que resta del campeonato, mientras que los tamaulipecos tendrán que hacer un análisis muy serio si quieren obtener un pase a la liguilla, aunque de acuerdo a como jugaron anoche, no tienen muchas esperanzas de llegar a dicho objetivo.
Apenas los aficionados plumíferos empezaban a calentar las gradas y la garganta cuando al minuto 9, Ignacio Schneider aprovechó un descuido defensivo del cuadro azul y blanco para poner al frente al conjunto local. Fue un golpe muy duro para los visitantes del que ya no supieron reponerse.
Querétaro copó todos los espacios del terreno de juego y tenía la posesión de la pelota, dejando al Tampico Madero sin posibilidad de hacer daño. El uruguayo Bosco Frontán tuvo la jugada más importante en un disparo a bocajarro que el arquero queretano Guadalupe Martínez atinó a resolver de buena manera. Después de esta acción, las Jaibas poco pudieron hacer para rescatar siquiera el empate de La Corregidora.
La jugada clave del partido vino al minuto 20 vino la expulsión del tamaulipeco José Guadalupe Zavala en una cruel barrida sobre Ignacio Schneider. Esta acción ahondó más las diferencias entre un equipo y otro en el terreno de juego, solo era cuestión de tiempo para que se hiciera patente la superioridad.
Cuando expiraba la segunda mitad, los Gallos Blancos pusieron el clavo en el ataúd de Tampico. El lateral izquierdo Emilio López cobró de forma magistral un tiro libre que dejó pasmado al arquero Edmundo Ríos. Mientras el técnico plumífero Héctor Medrano festejaba eufórico, el timonel visitante, Sergio Lira, manoteaba y pegaba gritos en la banca.
En una acción desesperada, el cuerpo técnico tamaulipeco mandó a la cancha a Diego Moreno y a Bosco Frontán, buscando hacer reaccionar a un equipo con poca capacidad de ataque.
Al minuto 53, los Gallos Blancos acrecentaron la ventaja por medio de un cabezazo del zaguero Ignacio González gracias a un verdadero 'bombón' del brasileño Carlos Regis. A partir de aquí la fiesta en el estadio La Corregidora se acrecentó y no paró en los siguientes minutos. Los aficionados sabían que su equipo podía aplastar a un rival que ya no sentía lo duro, sino lo tupido.
Los pupilos de Medrano no se conformaron y fueron por más goles. Mauro Gerk, una de las principales bujías ofensivas de los queretanos, filtró un balón para que el uruguayo Schneider enfilara al arco y definiera con un suave toque por abajo del arquero visitante y poner el cuatro a cero que ya para entonces era una losa.
Cuando los Gallos Blancos seguían cacaraqueando el gol de Schneider, vino un desborde del tamaulipeco Diego Moreno quien, ante el consentimiento en la marca de Raúl Rico, sacó un zurdazo que horadó la meta de José Guadalupe Martínez. Ni siquiera el tanto en contra mermó el festejo en la tribuna del estadio La Corregidora.
Para gusto de la afición azul y negra Medrano sacó a Schneider y metió a la cancha al eterno icono Margarito González, además del la joven promesa Jorge Ibarra., quien entró con el pie derecho al anotar en un tiro de larga de distancia y poner los cartones definitivos.
Nadie puede dudar de que estos Gallos Blanco son letales de mediocampo hacia el frente, solo falta afinar la deuda que tienen con la afición cuando disputan sus encuentros como visitantes. Tampico Madero tendrá que hacer un análisis profundo si quieren alcanzar a jugar como un equipo de futbol.
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