Ya no podemos regalar nada, así calificó el timonel Héctor Medrano la situación en la cual se encuentran los Gallos Blancos, quienes esta tarde en punto de las 19:00 horas enfrentarán a Potros Chetumal en el estadio José López Portillo con la esperanza y la obligación de conseguir una victoria que ya a estas alturas comienza a ser urgente y necesaria.
Nadie imaginó a estas alturas que el conjunto queretano hilvanara tres derrotas consecutivas, aunque esto no es lo más preocupante: los plumíferos no han mostrado el futbol que les permitió conseguir el título del Apertura 2008.
A la directiva de Gallos Blancos se le está acabando la paciencia y, en caso de una derrota, podrían tomar una decisión radical de cualquier tipo. Nadie en este momento tiene seguro el puesto en la institución plumífera.
Los principales integrantes del Patronato Queretano para el Fomento Deportivo se reunieron la noche del martes con Héctor Medrano y los jugadores para hacerles extensivo su enojo y desazón por el horrible inicio de campeonato. En dicha reunión se llegó al acuerdo de que las cosas sigan como están, aunque una nueva derrota podría cambiar todo el entorno queretano.
Diversas versiones han hablado de cambios en la dirección técnica, aunque los directivos del Patronato Queretano apuestan por la continuidad en estos momentos de adversidad e incertidumbre.
Gallos Blancos son el último lugar del Grupo Uno, el cual lideran los Petroleros de Salamanca, y nada más tienen un partido pendiente, lo cual ha acentuado más la crisis.
En su estadio, Potros Chetumal ha ganado un juego y perdido otro más, aunque hay que recordar que los equipos filiales siempre han sido un dolor de cabeza para los Gallos Blancos en los últimos tiempos. Inclusive, han desnudado las carencias del conjunto queretano y, curiosamente, han despedido a los últimos tres técnicos del banquillo plumífero.
Esta puede ser la última oportunidad para el cuadro de Gallos Blancos. Una nueva derrota enrarecería aún más el ambiente del representativo queretano, mientras que una victoria daría oxígeno vital y puro a cuerpo técnico y jugadores.
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