Querétaro, Querétaro.- A pesar del entorno de pesimismo y de malos resultados, Héctor Medrano promete una cosa a toda la afición de los Gallos Blancos: vamos a ganar la final de ascenso, no hay duda.
El técnico del Querétaro pidió un último voto de confianza a toda la nación plumífera, recalcando que no hay equipo en la división de ascenso que pueda, en igualdad de circunstancias y condiciones, vencer a la oncena de los Gallos Blancos.
"Esa final la vamos a ganar, la verdad no tengo duda que sé que algunos jugadores que apostaron a eso van a salir como perros, saben que es su chance; no hay otro chance mejor que esa final para todos", dijo.
"Este equipo tiene mucha calidad, poniéndose a jugar cada uno a su nivel, no hay quien nos pare. Con todo respeto, aunque Dorados, Veracruz, León jueguen a su máxima capacidad y nosotros juguemos a nuestra máxima capacidad, con todo respeto, no nos van a ganar. Si los dos equipos juegan a su máximo nivel, Gallos Blancos es muy superior", recalcó.
Los errores que se han cometido a lo largo de la temporada, aseveró Héctor Medrano, no volverán a ocurrir en la final de ascenso, ya que en este tipo de instancias los futbolistas tienen una preparación diferente.
"No va a pasar que salgas a jugar y al primer minuto te metan una pelota filtrada y nos hagan un gol, no va a pasar que regales balones como los que estabas regalando como contra Salamanca, sino que vas a salir enchufado al 100% como hicimos en la liguilla. Ver al equipo de Gallos Blancos como terminó la liguilla es muy difícil que nos paren", apuntó.
Medrano Abad lamentó que los aficionados queretanos se hayan alejado del estadio La Corregidora luego de los malos resultados, aunque sabe que un buen cierre de torneo podría recuperar a toda esa gente de cara a lo que serán los partidos más importantes en la era del Patronato Queretano para el Fomento Deportivo.
"Son muchas cosas las que nos jugamos pero yo he querido quitarle esa presión al grupo, vamos partido a partido. El día que íbamos partido a partido y que le ganamos a Salamanca allá, que le ganamos a Irapuato y que cuando era el partido clave contra Salamanca en La Corregidora, hubo gente que se volvió a ilusionar, el propio cuerpo técnico y jugadores; vuelve a tener el equipo esa presión y no sale a jugar como tenía que haber jugado".
"Me da tristeza por la gente, a esa gente que le inyecté ese ánimo y esa ilusión quizá la haya perdido, de mí depende recuperarlos (...) Es lamentable, esos momentos de felicidad se han convertido en momentos complicados, tanto para los jugadores como a mí como técnico, pero siempre sin perder esa confianza de que el trabajo nos va a sacar adelante", expresó.
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