domingo, julio 27, 2008

Ofensiva demoledora


Diario de Querétaro
27 de julio de 2008

Roger A. García

Querétaro, Querétaro. Cuatro meses después, los Gallos Blancos de Querétaro por fin ganaron en el estadio La Corregidora en torneo oficial. Fue un tres goles a cero contundente en donde la víctima fue el Santos Laguna, quien no enseñó muchas armas para obtener un buen resultado.

Lo positivo del encuentro fue la solidez defensiva que le da Héctor Castro a los jóvenes zagueros queretanos, además de la letal tripleta Regis-Gerk-Schneider, quienes orquestaron el primer triunfo plumífero en el Apertura 2008.

Desde el inicio del encuentro, los Gallos Blancos lograron adaptarse a las condiciones de juego ante un conjunto visitante que no tenía mucha claridad y que apenas traspasaba el mediocampo. Fue así como vino la primera anotación obra deMauro Gerk , quien aprovechó un error de la zaga santista para poner al frente en el marcador a los queretanos.

Después del gol, la oncena plumífera fue ama y dueña de las acciones del encuentro sin discusión alguna. La zaga defensiva se veía más sólida que nunca con las indicaciones de Héctor Castro, mientras que Marco Jiménez y Jorge Ibarra hacían circular la pelota de manera fluida. En los trazos largos al área lagunera, los de azul y negro hacían sentirse con la corpulencia de Ignacio Schneider y de Mauro Néstor Gerk, quienes hacían labores de sacrificio de manera alterna.

Santos Laguna tenía peligro a través de la pelota parada y los centros cruzados por las bandas, en donde Guadalupe Martínez se lució en al menos dos ocasiones para divertir a una tribuna que ya olí el segundo plumífero. Solo era cuestión de tiempo para que los queretanos se hicieran sentir.

Fue así como vino el segundo gol queretano, en una triangulación entre Mauro Gerk e Ignacio Schneider que desbalanceó de nueva cuenta al área santista y que aprovechó el jugador uruguayo y sumar su segundo tanto en lo que va del campeonato. Todo era felicidad en el estadio La Corregidora y parecía que borraba aquella pésima tarde queretana de hace una semana en Monterrey.

Cuando en el segundo tiempo parecía que las cosas se equilibraban vino un letal contragolpe en el que Mauro Gerk le puso un excepcional pase a Schneider quien enfiló solo al marco y, cuando parecía que fusilaba al arquero, hizo un excepcional quiebre para dejarle la pelota al brasileño Carlos Regis, rematando suavemente para el tres a cero definitivo.

La desesperación en Santos comenzaba a surtir efecto en algunos jugadores, reflejándose en una artera patada del zaguero José Antonio Patlán a Ignacio Schneider en el borde del área visitante, acción que fue sancionada con la tarjeta roja. Era el clavo en el ataúd para los laguneros, ya que a partir de lo anterior ya no intentaron ofender la portería defendida por Guadalupe Martínez.

Los jugadores queretanos tuvieron otras tres ocasiones claras de gol, aunque la zaga santista resolvió de buena manera.

Por fin, los Gallos Blancos dieron una pequeña probada del nivel que pueden alcanzar durante el transcurso del torneo, derribando aquel mito de que los equipos filiales son un martirio para el representativo queretano.

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