jueves, mayo 28, 2009
Los dejan ir vivos
Diario de Querétaro
28 de mayo de 2009
Roger A. García
Querétaro, Querétaro.- Los Gallos Blancos dejaron ir vivo al Mérida en el partido de ida de la final de ascenso de la Primera División A. El marcador de 2-1 deja la eliminatoria abierta para cualquiera de los dos bandos y será el próximo sábado en la calurosa capital yucateca cuando se defina al equipo número 18 del Máximo Circuito.
La ventaja es mínima de acuerdo a lo que había presupuestado el equipo queretano, sin embargo, un empate le basta en la calurosa Mérida para obtener el boleto a la Primera División en donde seguramente el estadio Carlos Iturralde intentará hacerse sentir de forma importante.
El inicio del partido no fue fácil para el cuadro queretano. Mérida no salió tan conservador como muchos suponían, sino que comenzando agobiando al cuadro local y partiéndolo en dos, sin permitirle salida.
Venados tuvo el primer arribo importante del encuentro apenas al 7, cuando José Luis López entró al área en mano a mano contra el arquero José Guadalupe Martínez, aunque su disparo salió desviado gracias al buen achique del cancerbero queretano.
Querétaro no se encontraba en el terreno de juego y la asfixia del visitante era cada vez más incisiva. Un disparo de larga distancia de Luis Orozco puso a temblar al estado de Querétaro, pero su obús se fue por un lado de la portería.
Cuando la situación estaba en contra del Querétaro vino una luz de esperanza. Emilio López se encontró un rebote dentro del área grande, pero fue tacleado por el arquero Saúl Sánchez en una falta que pitó el árbitro Roberto García Orozco. Penal y sólo una persona podía aguantar la presión de cobrarlo en un momento importante: Mauro Gerk.
El argentino agarró la pelota y cobró la pena máxima con una sangre fría impresionante mandando su tiro al centro de la portería. El estadio La Corregidora vibraba de emoción y alegría con el 1-0 parcial. A partir de ese momento, Gallos Blancos fue amo y dueño de las acciones.
Motivados por la ventaja, Querétaro se lanzó con todo en búsqueda del segundo gol que le abriera el camino a la Primera División. Esteban González comenzaba a tener la pelota y los carrileros Carlos Pinto y Emilio López aprovechaban el cansancio de la zaga central de Venados.
En la compensación de la primera mitad, Carlos Pinto falló un remate a bocajarro en una grave desatención de Mérida, mandando su cabezazo a las manos de Saúl Sánchez.
La segunda mitad comenzó a tambor batiente. Cuando los aficionados apenas se acomodaban para sufrir la parte complementaria vino el segundo gol queretano de manera inesperada al minuto 47.
Esteban González acarreó el balón en un contragolpe y mandó un obús que atajó el arquero Saúl Sánchez, pero el rebote cayó al centro del área donde Isaac Romo sólo tuvo que mandar su remate al fondo de la red para el 2-0.
En una acción polémica dentro del área de Venados, el "Parejita" López jaló de forma clara a Omar Maldonado dentro del área en un tiro de esquina, pero el árbitro Roberto García Orozco no la vio.
El técnico plumífero Héctor Medrano sentía que este marcador era más que suficiente para ir a Mérida y sustituyó a Mauro Gerk por Pablo Giménez apenas a los 62 minutos, lo que cambió el curso del partido.
Mérida sintió que el peligro y el miedo escénico habían pasado y comenzó a adelantar líneas. José Luis "Parejita" López comandó la reacción yucateca al desbordar por el lado derecho y mandar un centro al área que remató Luis Orozco a la red aprovechando la desatención de Ignacio González y Margarito González. Era el 2-1 que crispaba los nervios de punta.
Gallos Blancos se descompuso en el terreno de juego y perdió poder ofensivo, Mientras que Venados quería aprovechar el momento anímico que le significaba descontar el marcador, pero le faltaban claridad y piernas para concretar el empate. La eliminatoria estaba más que abierta.
A tres minutos del final, Venados tuvo la última oportunidad en una incursión por izquierda de Mario Alberto García, pero cruzó mucho su disparo a puerta. El árbitro central pitó el final ante un estadio La Corregidora que tomaba con reserva la ventaja mínima.
Querétaro tendrá que jugarse el todo por el todo en el infierno de Mérida, donde ya lo espera ansioso un Carlos Iturralde que estará a reventar y apoyando incesantemente a sus Venados. Es una ventaja mínima, pero ventaja al fin.
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