domingo, noviembre 09, 2008

Adiós al invicto


Querétaro, Querétaro. Un partido que prende los focos amarillos. Un irreconocible Gallos Blancos perdió el invicto en el estadio La Corregidora ante un Socio Aguila que tuvo más hambre de victoria a pesar de tener un ambiente adverso, en ocasiones hostil, en todos los sentidos. Fue un 1-0 en contra que debe de servir para la reflexión.

Un error en los minutos finales del conjunto queretano fue suficiente para que la filial americanista se llevara los tres puntos de manera merecida, ya que hizo más en el terreno de juego, para de esta manera salvar la temporada. Parece ser que éste fue el adiós a los primeros tres lugares de la tabla general.

Los primeros minutos fueron de los Gallos Blancos, quienes intentaban abrir por las bandas a un Socio Aguila que sintió el peso de la afición reunida en el estadio La Corregidora, aunque conforme iban pasando los minutos hicieron de lado el nerviosismo inicial.

El Querétaro de otras ocasiones no apareció, luego de 20 minutos en donde predominó más el aspecto anímico por lo sucedido con Ignacio Schneider, lo demás fue verdaderamente infame. No lograban articular ni un solo ataque coherente durante los primeros 45 minutos, exasperando a la afición reunida que clamaba venganza a través de una victoria.

Los americanistas avisaron por primera vez a través de un cabezazo a placer que el arquero Guadalupe Martínez, el mejor hombre de la noche por parte de los queretanos, mandó de buena manera a tiro de esquina. A partir de esta jugada, Socio Aguila creyó que podía llevarse mínimo un punto.

Nuevamente en un tiro de esquina 'Lupe' Martínez salvó de manera providencial un cabezazo a bocajarro. Socio Aguila ya era mejor en el terreno de juego, mientras que los queretanos comenzaron a ser un mar de dudas. La afición comenzaba a morderse las uñas.

Ni Carlos Pinto ni Emilio López buscaron profundizar por las bandas, mientras que el enganche Carlos Regis desapareció por completo ante el férreo dos contra uno que le aplicaban los zagueros amarillos

Para la segunda mitad, la filial americanista comenzó con bastantes precauciones y sólo esperaba un error para finiquitar el juego, mientras que los plumíferos seguían sin dar visos de existencia. Daba la impresión que algunos queretanos creían que ganarían con la playera, no tenían la intensidad de otras ocasiones.

Mauro Gerk e Isaac Romo carecían de balones hacia el frente y tenían que bajar hasta mediocampo para intentar ayudar a los mediocampistas. La desesperación de los queretanos comenzaba a cundir en sus filas. Gerk generó una opción de gol en las afueras del área al enganchar una pelota ante tres zagueros amarillos, pero su remate salió a las manos del arquero, fue la única opción importante y que no fue fruto de una jugada colectiva.

El cuerpo técnico de Gallos Blancos no pudo acertar en los cambios al sacar a Carlos Pinto y Emilio López, perdiendo la posibilidad de llegar por las bandas. Ni Leo Castro ni Ricardo Alcalá fueron fundamentales en el esquema, sino todo lo contrario, jamás lograron leer las condiciones de juego.

Valtencir Gomes entró por el lado queretano al minuto 75 y con su toque generó dos peligrosos arribos que no fueron aprovechados por Alcalá ni por Isaac Romo.

Cuando todos empezaban a conformarse con el empate, vino una jugada en la que los mediocampistas queretanos perdieron la pelota en mediocampo, y que Edson Zwaric filtró a Daniel Márquez, quien se enfiló al marco y cruzó a Martínez para el único tanto del partido y que echaba por la borda aquel mito del invicto.

La rechifla que se escuchó por parte de los 24,000 aficionados que se hicieron presentes en el estadio La Corregidora fue impresionante, ante unos avergonzados jugadores de Gallos Blancos que enfilaron camino al vestidor con la mirada perdida.

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